Alguien tocó la puerta… Dejé de hacer la cena y le di el último bocado a mi bebé.
Alguien tenía que morir — Abrí la puerta con confianza, creyendo que era mi esposo que había llegado de trabajar. Me sorprendí al ver quién era; un hombre con una túnica negra que cubría su cara y todo su cuerpo, su rostro no se alcanzaba a distinguir por la sombra que lo acompañaba.
– ¿Que necesitas? Le dije, este solo se quedaba parado ahí y yo empezaba a sentirme incomoda, después de varios segundos y este incómodo silencio abrumando el momento, me dice.
– Soy la muerte.
Me lo creí de inmediato, por sus ojos que ardían maldad, brillaban a través de la sombra que cubría su rostro, sus grandes manos esqueléticas y su voz profundamente gruesa. Me arrodillé y supliqué para que no me llevara.
– no me lleves por favor, ¡mi bebé me necesita! (Llanto)
– no vine por ti. Es tu bebé… O alguien mas.
Esta al decirme esto, desaparece de repente dejando un humo negro frente a la entrada, de inmediato me levanté, entré a la casa y cerré la puerta.
Corrí a la cocina y al llegar, estaba mi bebé convulsionando, con su cabecita apoyada en la mesa, vi que se estaba ahogando con la comida… Llegué a tiempo y pude salvar a mi bebé de este horrible momento.
Ya tiempo después de haber pasado el gran susto, me llega la noticia de qué mi esposo había sufrido un accidente en el coche, viniendo a casa.
No sobrevivió…
Autor: Samuel Suárez.
Escrito y redactado por: Samuel Suárez.
Fuente: CuentmeTuHistoriaDeTerrorOficial