La casa de los duendes

La casa de los duendes

By | febrero 23, 2022

La casa de los duendes — Parecía una mujer fría para hablar, con su bebe cargado en el brazo, vivía cerca del cementerio, y era espeluznante oírla decir:

-Yo he visto a los duendes, ahí en esa casa de abajo –señalando una vivienda de cañas abandonada.

Demetrio su vecino sonrió, pensando que su vecina, estaba media loca.

Hubo gente que si le creían a la vecina, y procuraban no pasar por esa casa, a partir de las seis de la tarde, hora en que salían esos pequeños seres endemoniados.

Cierto día el incrédulo de Demetrio, siendo la hora en que se había ocultado el sol, al pasar por aquella morada, oyó, risas de niños, que jugaban y cantaban que le atrajo la atención.

No podía con su curiosidad y decidió acercarse para ver de qué se trataba, pero a la vez recordó las palabras escalofriantes de su vecina. Se le descompensó el cuerpo un poco pero siguió para adelante.

Al estar frente a las paredes de cañas, asomó su cara por entre las rendijas y, efectivamente, vio unos niños que estaban de espaldas jugando, todos ellos desnudos, y no tenían orejas, más que sus cienes.

Demetrio espantado quiso quitar la cara, pero unos brazos peludos lo jalaron para adentro… y luego sólo se oyó risas y gritos macabros de diversión…

Después de media semana, que la familia de Demetrio, lo buscaba por todos lados, lo hallaron tendido en el piso de aquella casa, estaba frio y ya hedía un mal olor, tenía hematomas por todo el cuerpo y, a su alrededor, se hallaron muchas huellas de pies pequeños…

La casa esta fácil de llegar… aún se oye voces de niños… a partir de las seis de la tarde.

Creditos: Jesús Vásquez Acuña

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2 thoughts on “La casa de los duendes

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