La casa del hijo – Varias veces mis padres intentaron salir de la casa, esto debido a los sustos que se llevaban por los espectros.
Yo hacía ruidos para que no se olvidaran de mí. Incluso llegaba a llorar muy fuerte. Entonces se detenían al pie de la puerta y volvían. Yo sonreía.
Y ellos se quedaban conmigo.
Durante algunos meses hice lo mismo.
Los pude convencer de no salir. Pero una noche mis padres se asustaron tanto por las presencias que salieron huyendo dejándome a mí dentro.

La casa del hijo
Muchos espectros entraron a la casa, se acercaron a mí, se peleaban por llevarme. Realmente me aterré.
Mis padres no pudieron hacer nada para entrar. Apenas lloraron, pero ni los vecinos, ni nadie pudo ayudarlos.
Cuando volvieron a ingresar ya no estaba. No me escucharon llorar, ni sonreír nuevamente. Papá y mamá entendieron que yo no estaba con ellos.
Las presencias me ayudaron a cruzar este mundo hacia el otro lado. Y mis padres superaron el duelo.
Entonces descansé en paz.
Escrito por #VladimirAR
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