Una buena noche – Sonia percibió una sombra cerca de ella, ni siquiera se alteró al mirar y ver quien se había puesto a su lado de la banca, en la cual estaba sentada en un parque solitario.
~~ Por fin has llegado, llevo esperándote desde que cumplí los 14 años.
– No era el momento.
~~ ¿y ahora si?
– Ahora es tú decisión y hagas lo que hagas no creo que cambies de idea.
~~ No, llevo una vida esperando este momento.
Sonia sonrío a su acompañante y pausadamente lo preparo todo. Saco el tarro donde había depositado las pastillas, miró a su alrededor y empezó a tomarselas sin siquiera derramar una lágrima.
Cuando llegó a la última la depósito debajo de la lengua y mirando por última vez el hermoso cielo estrellado, dijo adiós a su miserable vida.
Sintió como sus párpados le pesaban y se tumbó en la banca, y sin decir ninguna palabra, cerró los ojos.
De repente se sintió desfallecer, estaba de pie y seguía viva, no podía ser, lo había calculado todo, la dosis, el peso, el frío para que la somnolencia fuera mayor, hasta había tomado las pastillas con alcohol para incrementar su efecto. ¿porque había fallado? Con horror miró a su acompañante.
~~ ¿Que ha fallado?
– No ha fallado nada, esta vez lo has conseguido.
Su acompañante le señaló detrás de ella, y ella volteó la cabeza y ahí estaba, tumbada en la banca, con los ojos abiertos y ya sin vida. Se miró y se dió cuenta que ella ya no era como antes.

Una buena noche
La muerte la miró y sonriendo la tendió la mano.
– Vamos Sonia, tu nueva vida te espera.
Sonia, sonrío y tomando su mano desapareció en la noche.
Envío Diego Orellana investigador de Zión administrador de la página Cuéntame tu historia de terror Ecuador.
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