Aquí hay un muerto – Éramos niños y como todos los niños, con una gran curiosidad.
Nos gustaba escuchar a los mayores por las noches contarnos historias de miedo.
Y así nos enteramos de este juego, nos advirtieron de no jugarlo, pero al fin niños no nos importó.
Estábamos 8 niños en un terreno baldío, empezamos a hechar suertes para ver quién sería el muerto, pues aunque todos queríamos jugarlo, nadie quería hacerse pasar por uno.
Así que a quien le saliera el palillo más corto sería el muerto…
” le tocó a Erika ” tenía en ese entonces 7 años y los demás entre los 9 y los 11 años;
Ya teniendo al integrante principal nos pusimos todos en nuestro papel.
Erika se recostó en el suelo, cerró los ojos y todos alrededor de ella pusimos dos dedos debajo de su cuerpo y empezamos el juego.
Teníamos que decir unas palabras y las íbamos pasando en forma de susurro al oído del que teníamos a lado.
Y empezó el juego:
¡ Aquí hay un muerto… Pesa más que una pluma , Aquí hay un muerto…pesa menos que un plomo ¡
Lo teníamos que repetir 3 veces y después contábamos 1, 2… Y 3 entonces comenzamos a levantar con los dos dedos el cuerpo de Erika y ante nuestra incredulidad ¡el cuerpo de Erika se empezó a elevar !
No sentíamos su peso y la mantuvimos así por unos 3 minutos , después la volvimos a colocar en el suelo y todos emocionados queríamos ser los siguientes.
¡Pero algo pasaba….!
“Erika no se despertaba ” ! Erika ya abre los ojos ! , ! Levántate , no seas payasa !
¡Erika no despertaba! Empezamos a llorar y uno de nosotros salío a buscar a su mamá.
Cuándo llegó su mamá y más personas nos preguntaron ¿ Que, que había pasado?
¿Se cayó Erika? ¿Alguien de ustedes sin querer le pegó? miles de preguntas .
Y por más que hacían por despertarla con alcohol , cebolla ella está frigida.
” Así que tuvimos que confesar , nuestro juego ”
En ese mismo instante se llevaron a Erika con una señora que tenía fama de ser una bruja muy buena.
Y a nosotros, nos despidieron para nuestras casas , no sin antes dar aviso a cada una de nuestras madres , las cuales nos dieron una tremenda regañada y un gran castigo.
No pude dormir esa noche pesando en Erika, pero a la mañana siguiente , su abuelita de ella le contó a mi madre, que le había costado mucho a doña Fausta ( la bruja ) traer de nuevo el espíritu de Erika a su cuerpo.
La cierto es que Erika, no volvió a jugar con nosotros , pero si nos dijo que, si volvíamos a jugar ” Aquí hay un muerto ” veríamos cosas muy feas y que no podríamos regresar de ese lugar dónde hay mucha gente que está prisionera y que lloran mucho.
Créanme jamás , ni por equivocación volvimos a nombrar el juego.
Autoría: Griselda Jiménez Gutiérrez.
Todos los jueves a las 10:00 p.m. hora de México transmitimos a través de esta página nuestro programa en vivo Cuéntame tu Historia de Terror.
Pingback: Mi visita a la CDMX - Cuèntame tu Historia de Terror