Martes de carnaval y los demonios – Según cuenta la leyenda, en la parroquia La Magdalena, de la provincia de Bolívar, vivía un señor llamado Saúl Acurio. A él le encantaba salir a la casa de sus amigos siempre acompañado de su guitarra y su tambor.
El martes de la semana de Carnaval, la madre de Saúl, una señora trabajadora, honesta y cariñosa, le pidió a su hijo que respetara el día sagrado, porque en él los demonios salían a celebrar. Saúl no creía que existieran, así que no le hizo caso.
Desobedeciendo a su madre, salió tranquilo de su casa con su guitara y su tambor.

Martes de carnaval y los demonios
Mientras iba caminando, se le apareció un señor vestido con un traje muy elegante, cautivador, con cadenas de oro y montado
en un caballo muy bien tratado y de pelaje brillante. Este señor le preguntó:
—¿A dónde vas, Saúl?
—Me estoy yendo a la casa de un amigo a hacer el Carnaval.
—¡Vamos, te llevo! —le dijo el señor.
Saúl aceptó y subió al caballo. Mientras iban cabalgando, el caballero le preguntó:
—¿Quieres ir a una fiesta donde hay mucha comida y mujeres preciosas?
Saúl, impresionado por la invitación, cedió, pero este jinete le dijo que cerrara los ojos. Saúl le hizo caso y, cuando los abrió,
estaban en una casa donde había todo lo que le había dicho. Muy feliz, entró y se encontró con unas chicas hermosas vestidas con muy poco; además, mucha comida y bebida.
Saúl empezó a tocar la guitarra mientras los demás bailaban.
Por su parte, su madre estaba muy preocupada en su casa, porque
Saúl no llegaba. Pensó que su hijo había muerto, por lo que empezó a velar su ropa junto con sus vecinos y amigos, todos estremecidos por la “noticia”.
En la fiesta donde Saúl estaba seguían bailando. Él, ya preocupado, le dijo al caballero que tenía que irse a su casa, pero él le respondió:
—¡Saúl, primero come un poco!
Enviado por; Diego Orellana administrador del grupo de WhatsApp y la página de Cuéntame tu historia de terror Ecuador.