Xicalango: leyenda — En el año de 1950, cuenta la leyenda de un lugar llamado Xicalango al norte de Veracruz.
Allí vivian familias que se dedicaban a la siembra del maiz, para después vender su producto en el pueblo.
Lo raro que sucedía en Xicalango;
Era que cuando nacían los niños, algunos morían inexplicablemente, sin saber la causa.
Los aldeanos sospechaban de un anciano que vivía fuera del rancho, que siempre estaba enfermo, no podía caminar y siempre estaba pálido, pensaba la gente que era un brujo, porque cuando nacía un niño y este moría, se le veia al anciano muy saludable, pero no podían comprobarlo.
Pasando el tiempo, llego un profesor rural con su familia para impartir clases a los niños.
Su esposa iba embarazada de su cuarto hijo, pero había rumores de lo que les pasaba a los niños que nacían. Entonces al nacer su hija la esposa del profesor, puso abajo de la almohadita las tijeras en forma de cruz y en las cuatro esquinas puso cabezas de ajo para protejer a su bebé. Al mismo tiempo nacio otra niña, la cual su mamá se dedicaba a la venta de tamales.
Al tercer día, la señora se levanto muy temprano para lavar el chile para los tamales en el arroyo, ya de regreso a su casa se dio cuenta qué su camisa de manta estaba manchada de sangre, cómo si el pico de un animal se hubiera limpiado en su camisa, llena de espanto corrio a su casa, encontrando a su pequeña muerta.
Fue tanto su coraje y angustia, que le quito la fajilla con el que amarraba el pañalito de la niña doblandolo al revez salió en busca del anciano, encontrandolo dormido, lo golpeó con la fajilla 7 veces, en ese instante el anciano murio.
En las noches el anciano se convertía, en animal o pájaro para chupar la sangre de los recien nacidos, es sabido que golpeando con alguna prenda al revez, pueden matar a los brujos.
El maestro rural, al saber lo sucedido, opto por irse del lugar con su familia, salvando así la vida de su pequeña hija.
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