(Su siniestro origen)
Es 30 de abril y todos celebramos a nuestros niños, nuestros hijos, hermanos pequeños, sobrinos, nietos etc, incluso a nuestro niño interior que aún ya en la adultez se deja ver ocasionalmente y nos hace sentir como hace varios años, cuando aún jugábamos en la escuela, en la calle, en el pasto con todos nuestros amigos o simplemente nos divertíamos con cualquier cosa.
Sin duda es un día en el que en varias partes del mundo se le celebra a los niños de miles de formas diferentes, desde llevarles pequeños regalos, dulces, shows de sus personajes favoritos o hasta grandes fiestas en parques temáticos o de diversiones, un día dedicado especialmente a ellos.
Pero, ¿A qué se debe que sea el 30 de abril y no cualquier otro día?
Explicaciones hay varias pero una en particular es la que nos remonta hasta el siglo XVI Y XVII, donde en casi todo el mundo había cacería de brujas, principalmente en los países del norte de Europa, y en las colonias Españolas, incluyendo México.
Toda la hermandad de la brujería celebra 2 grandes aquelarres al año, los cuales están íntimamente relacionados con la numerología que es una de las mancias más importantes para las brujas, el 31 de octubre y el 30 de abril, ambos separados por 180 días según el calendario gregoriano.

30 de abril
SI consideramos que el 666 es el número de la bestia, patrono absoluto de las brujas, y tomamos el número 3 de los 3 dígitos que conforman el número de la bestia, al dividir el periodo de separación de cada Aquelarre mayor 180 entre 3, nos da 60, que se debe cumplir 3 veces, es decir 6, 6, 6 para llegar al siguiente aquelarre, vemos la numerología que hay detrás de estas fechas.
EL 31 de octubre era bien sabido que las brujas realizaban aquelarres blasfemos
Consagraciones al señor de las tinieblas para obtener sus poderes y de esta manera causar el terror y lograr todo lo que querían.
Pero el maligno siempre les pedía más, así que empezaron a robar niños, niños de pocos días de nacidos y sin bautizar, peculiarmente esto lo hacían los días 30 de abril, robaban niños, los encerraban en jaulas y los alimentaban durante los próximos 180 días, para que estuvieran listos para el 31 de octubre, y de esta manera ofrecerlos al señor de las tinieblas en sus blasfemos bailes del Aquelarre.
Varios pueblos se empezaron a dar cuenta que los 30 de abril los niños empezaban a desaparecer de formas misteriosas, de un momento a otro todos lo niños de una aldea dejaban de existir y jamás los volverían a ver, eran las brujas que realizaban la tarea sucia solicitada por su amo Satanás.
Así por varios años sucedía lo mismo, cada 30 de abril, centenas de niños eran reportados como desaparecidos en todo el mundo, algo de estas dimensiones no podía pasar desapercibido tan fácil sin encontrar algún rastro de los culpables.
Se cuenta que una de esas noches de la madrugada del 30 de abril varios aldeanos se mantuvieron alerta
No durmieron para descubrir quién era el causante de tan atroces actos con los niños, ya bien entrada la madrugada y tratando de vencer al sueño a toda costa empezaban a ocurrir cosas extrañas.
Las brujas empezaron a llegar, caidas desde el negro cielo como bolas de fuego, en sus escobas o algunas convertidas en aves de presa, todas por igual, con un único objetivo, olfatear el suave y delicado aroma del recien nacido no bautizado, infiltrarse a su casa en forma de vapor y humo, tomar al infante y llevarselo a lo más recóndito del bosque.
Uno de los aldeanos vió como una de las brujas tomaba a su hijo por la cabeza y lo levantaba con una sola mano, lo empezaba a morder sin piedad con unos afiladisimos dientes como si se tratara de un pedazo de carne, el llanto del infante era desgarrador pero tal parecía que la bruja disfrutaba más con el sufrimiento de aquella criatura.
El aldeano salió de su escondite para tratar de hacerle frente a la bruja y defender a su hijo pero sus esfuerzos fueron inútiles, la despiadada bruja invocó a sus poderes malignos y lanzó un hechizo sobre aquel miserable hombre.
Lo convirtió en araña
Ante el asombro de todos los presentes que permanecieron ocultos observando aquellos desgarradores actos, facilmente lo pisó con su pie descalzo y acabó con su vida en un segundo.
Los demás aldeanos tuvieron que contener su impotencia y sólo limitarse a observar el festín que se daban las brujas con sus hijos, muchas de ellas los devoraban ipso facto, y otras tantas los echaban a un saco de arpillera dónde los trasladarían hasta sus escondites en medio de los bosques más espesos y oscuros.
Nadie daba crédito a los que los aldeanos narraban a la mañana siguiente, pero el Santo Oficio ya tenia muchas sospechas de ello, por lo que decidió actuar en seguida, cualquier persona acusada de hechicería y de comprobarse que era bruja iba a ser encarcelada y dictar sentencia de inmediato.
Todas las sentencias acababan en la hoguera
Pero siempre estaban agendadas para la madrugada del 30 de abril, ese día iba a ser la quema de brujas.
De esta manera sus hermanas de cofradía iban a oler el repugnante aroma de bruja ardiendo y se iban a alejar de las aldeas, esto funcionó por muchos años hasta que se dejó de practicar la quema de brujas.
En su lugar se hicieron acuerdos en diferentes regiones del mundo donde se reportaban año con año cientos de desapariciones de niños para que el 30 de abril durante todo el día, noche y madrugada los niños recibieran toda la atención de los pueblos, de esta manera las brujas no se atreverían a robarlos mientras los aldeanos los estén cuidando o esten al pendiente de ellos.
De esta manera nació el ahora conocido día del niño en diferentes partes del mundo
Para ver por ellos, cuidarlos, celebrarles y sobre todo, evitar que las infernales brujas se los lleven en la noche de su aquelarre mayor.
Actualmente celebramos este día sólo para ellos sin saber lo que hay detrás de esto, y tal vez es mejor así, sólo pensar en su inocencia y que son el futuro del planeta, ellos tienen toda una vida por delante y nuestro deber es guiarlos y protegerlos de todo mal, hasta de las brujas.
Cuando sean vísperas del 30 de abril, acuérdate del 666, de los 180 días, del 31 de octubre y de las malditas brujas, si ves algo extraño rondando tu casa o comportamientos extraños de tus hijos pequeños o no bautizados toma todas las precauciones, si ves aves rapaces visitar tu casa cotidianamente o bolas de fuego alrededor de tu casa prepárate bien para enfrentar a una de las sirvientas del maligno.
Tomado de; Maleficarum: Leyendas y Fantasmas
Envio; Manu Coronel
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