Las Manos del bosque – En el bosque Siberiano hay muchas cosas extrañas que se cuentan por cazadores y turistas. La realidad es que entre la soledad, el frío y las muertes ocurridas en la guerra y prisión extrema de este inmenso bosque nada nos puede sorprender.
A medidos del año pasado un grupo de amigos nos fuimos al interior de estos montes en pleno mes de junio, nuestro objetivo era ir a buscar setas pues en Moscú es muy codiciada, un kilo de este tipo hongo puede costar hasta 1500 rublos.
Nos fuimos hasta un pueblo llamado Nueva Siberia y luego emprender marcha por nuestros propios pies 14 kilómetros.
La realidad es que la pasamos bien los primeros tres días.
Cazabamos, tomábamos Vodka y uno de los del grupo cantaba música tradicional rusa, ¿qué más podíamos pedir?.
La recogida de setas iba bien hasta que un día Vladimir Lushkovish comenzó a delirar y ver cosas. Normalmente cuando estás en un lugar como este suele ocurrir estás cosas, es como lo mismo que pasa en el desierto cuando llevas mucho tiempo.
Esa mañana nuestro amigo comenzó a ver manos sujetando los árboles, al principio no le hicimos caso, pensamos que el vodka le había afectado o había fumado algo.
Luego nos preocupamos cuándo comenzó a señalar donde supuestamente veía las manos, decidimos llevarlo al campamento improvisado y seguir nosotros con nuestra recogida de hongos.
Pero sobre las tres de la tarde otro de nuestros amigos Yuri, salió corriendo diciendo que había visto manos en un árbol. Al principio nos reíamos pero al ver su cara de desesperación entonces comenzamos a preocuparnos.
El jefe del grupo preguntó si había probado alguna seta, pues algunas son alucinógenas, pero Yuri es de esos pocos rusos que no le agrada los hongos.
Tratamos de no dar importancia al tema y continuamos nuestra labor, sobre las cuatro de la tarde todos fuimos testigos de las manos en los árboles.
¿Como podría describir lo que vimos?

Las Manos del bosque
Lo único que puedo decirle es que salimos al campamento casi corriendo, pero allí nos sorprendería la desgracia de nuestro viaje, nuestros dos compañeros Yuri y Vladimir estaban desangrados con sus manos cortadas. Habían muerto.
Levantamos el campamento y sin perder tiempo salimos a toda prisa del bosque.
Al llegar al pueblo fuimos a comisaría, teníamos que hablar lo sucedido con alguien y reportar la muerte de nuestros amigos.
El Jefe de Policía nos dijo, “les creo”, hace dos años atrás un grupo de turistas les pasó lo mismo. Resulta que en esta región se traían muchos de los soldados alemanes para cortar árboles y para protestar por las condiciones algunos se cortaban sus manos. No sabemos que es lo paranormal que puede ocurrir pero de vez en cuando estás historias se repiten.
Más nunca volví a la Siberia. Y no se lo aconsejo a nadie.
Envío salim Rodríguez administradora del grupo de WhatsApp de Cuéntame tu Historia de Terror.
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